Ya soy médico

El futuro es un espacio temporal que no puedes ver. Incluso a aquellos que consiguen el objetivo que se han trazado en la vida (como es mi caso al sacar la oposición para Médico Interno Residente), no sin sorpresa, el futuro se les muestra inconexo; les resulta esquivo; pues, con mucha frecuencia, al perseguir los sueños, el final de esta larga senda no es con exactitud el final que uno pensó al dar el primer paso. La travesía, que cada uno de nosotros recorremos en busca de nuestra meta vital, tiene vida propia; como si el destino, una vez que te has puesto en marcha, se aprovechase de tu tenacidad y te llevase a un puerto distinto del que tenías planeado en un principio.

Yo he escrito mucho… A medida que me sacaba la carrera y la oposición, en éste y en otros blogs, he escrito mucho.

He sentido la necesidad angustiosa de crear a través de las palabras.

Ahí radica la deformación que ha tenido lugar en mi persona; ahí radica la transformación: soy médico, pero me he dado cuenta de que también quiero ser escritor.

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Presentación

Los tres números que dan nombre a este blog, tres números que hacen referencia a un cuento escrito por un famoso autor argentino, son mi pequeño homenaje particular a los rincones invisibles de la narrativa. La segunda parte, ‘kibu’, es una palabra escrita al revés; su razón de ser es que esa novela también está al revés.

921 páginas junto al espejismo del día y la noche asombrándonos al comprobar que la última es en realidad el primero representan las coordenadas vitales de este blog.

Escribir los títulos del cuento y de la novela, o deciros los nombres de sus autores, no sería elegante pero sería perfecto.