Noche de San Juan, pero no del año 2020, sino de mucho, mucho, mucho tiempo atrás… Mi amigo y yo, junto con dos amigas más, en un coche que hoy resultaría un trasto y que en aquella época era una maravilla, con unos niveles de insensatez y alcoholemia brutales, intentamos entrar por carretera a la ciudad levantina cuya noche de San Juan es celebrada por todo lo alto engalanada.
No pudimos aparcar, pero no porque tuviésemos que dar vueltas buscando algún hueco… no, no, no; los accesos a la ciudad estaban colapsados, las calles repletas de coches detenidos, no cabía nadie más en aquella famosa ciudad. Todos apagamos el motor de nuestros vehículos… No he visto jamás en mi vida semejante saturación de tráfico. No se podía entrar. No se podía salir.
Las bombillas blancas de las barracas populares enamoraban a las chicas… A lo lejos se escuchaba a Los Rebeldes y su Mediterráneo, precisamente a orillas del Mediterráneo. Todo el mundo sonreía, quizá de modo estúpido; todos llevábamos una gran sonrisa pintada en la cara.
Qué noche de San Juan la de aquel año…
921kibu 