Le contestó a su mujer, no sin cierta irritación, que aquella noche no iba a cenar, porque prefería seguir escribiendo durante un rato. “A las doce subo a la cama. Tengo que terminar esta página”. En el rostro de su esposa él advirtió la insatisfacción con total claridad. “Ana, por favor, necesito estar solo y concentrarme en la escena que escribo”, pero Ana cerró la puerta de modo brusco antes de que él terminara la frase.
#151 Breves. Grieta
Publicado por 921kibu
¿Quién soy yo?, te preguntas. Me exiges una respuesta clara, anhelas, deseas una dirección, unas coordenadas, porque todos los seres humanos necesitan un hilo de donde tirar; la boca de un túnel por donde acceder; un sí; un no. ¿Dónde? ¿Cómo? Y sobre todo quién. Inaceptable es la idea de la no-idea. Ver todas las entradas de 921kibu
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