#91 Detrás, al fondo

No hay día que no me descubra pensando en que debo escribir… y siempre aparco ese impulso; siempre me digo a mí mismo «no». Entonces la intención pasa a un segundo plano, queda apartada pero no olvidada. Semejante pensamiento intruso simboliza el díscolo miembro de una familia: un niño impertinente, maleducado y empeñado en salirse con la suya.

«Por favor, no molestes a los mayores».

El chaval baja la cabeza y se va a un rincón. Sin embargo, no desaparece.

Está detrás, al fondo.

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s