#60 Leer en mi sofá

A mí me aburren sobremanera todas las reseñas literarias.

Lo hacen porque —perdonad de antemano el exabrupto— me parecen una mamada de polla. Una felación como la narrada en Plataforma por l’enfant terrible de las letras galas, el idolatrado, e igualmente odiado, Michel Houllebecq; felación que, por cierto, tiene lugar durante el intercambio de parejas en esa singular novela. Así, no entiendo, respecto del género reseñístico, cómo ciertos críticos no se avergüenzan de escribir despropósitos como los que diariamente leemos en la sección de recomendaciones de los grandes diarios digitales. Bueno, sí lo entiendo, claro que lo entiendo: cristalino lo dejó Liza Minelli con aquel money, money, money. ¿Excepciones? Algunas. Pero el autor de este blog vive por instinto: las aborrece porque son un ejercicio inútil; son como ese chiste que cuenta la gente de pueblo cuando viene alguien de ciudad a vender algo. “¡A peseta, a peseta! ¿Qué vende usted? Nada, ¡pero es barato!” Mi odio hacia las reseñas literarias es la pólvora de esta nueva sección del blog: #LeoEnMiSofá. He aquí el episodio piloto. He aquí el número cero. Tú, en ella, no te darás cuenta; tampoco necesitas saberlo; yo no quiero que lo sepas; y tener conocimiento de ello no te aportaría nada: así que serás víctima de un engaño si lees esta sección. Te hablaré de libros que no sabrás si leí ayer o hace veinte años. ¿Qué más da si te confundo con un tiempo verbal irreal? Y te mentiré, te mentiré de muchas maneras, algunas serán innobles, otras, desvergonzadas, muchas, ilógicas; en ella, no descartes leer una frase del tipo “Leo en mi sofá un libro cuyo título es” que preceda a un título… a un título inexistente. A veces escribiré sobre libros ficticios: ¡paradigmática idea borgiana por antonomasia! No obstante, ciego e ignorante, podría estar yo escribiendo reseñas literarias sin darme cuenta en esta nueva sección, pero lo dudo; no porque no haga mamadas (que no hago), sino porque no tengo ningún interés, lejos de mostrar aspectos específicos de las novelas, que el de —de un lector a otro lector— llamar tu atención sobre algunas obras concretas, sin destripar el argumento del libro (no: aquí no habrá spoilers), aunque tú ya me conoces: no soy adicto al argumento. Quiero, reitero, ser como un silbato que capta tu atención en los asuntos netamente artísticos de la literatura.

2 comentarios sobre “#60 Leer en mi sofá

    1. Hizo arte.

      Qué maravilla de frase, parece el final de El padrino I. Y es verdad: hizo arte. Yo aluciné con Ulises, sublime, bestial.

      Blumm, lees cosas que nadie conoce. La ficción y Joyce. Agárrate.

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