¿No os aburre todo lo que «sucede» durante el día? A mí sí. Mucho.
Lo que a mí me entretiene, no obstante, lo que de verdad me emociona, todo aquello que pulsa la cuerda más honda de mi ser «no sucede». No es que un amigo me diga algo; no es que mi novia me dé algo; no es algo de twitter; no es algo.
No es.
Está oculto. Se halla en estado de latencia, aparentemente inerte. Se esconde en el fondo de mi psique… o en las entrañas de un libro.